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El método de trabajo de Fátima Cué es particular, poderoso. El cuerpo, la voz, las capas, el hueco, la caja que resuena, la emoción que atraviesa.
Siento que recorro el camino inverso: sortear los controles de la mente, volver al cuerpo. Bajar al cuerpo. Destapar, desdecir, balbucear, rascar, .desmontar, deslucir, remontar, caer, babear, manchar, restregar, soltar, no hay disimulo, exponer. Cuerpo, voz, garganta, grito, gemido, llanto, estertor, pranto, juego, tartamudeo, duda, canto.
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Dejar que salga, destapar, no hay disimulo.
(…)
Llamo a mis ancestras. Responde mi abuelo. Goma arábiga, abrótano macho, son dos palabras que equivalen a decir: abuelo miguel. Abrótano macho, goma arábiga, son dos palabras que equivalen a decir: aún hay esperanza. Y mi abuela, el movimiento. Sus manos. Una cuchara removiendo dentro de una taza es la medida de la cordura.
Flor de caléndula, bálsamo de mi dolor.
La certeza de los movimientos en el gesto. Movimiento. Agarrar. Así la cuchara. Dar vueltas. Remover. Una cuchara en una taza dando vueltas es la medida de la cordura. Bálsamo de mi dolor. No hay goma arábiga que pueda unir los extremos de la herida.
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