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Muchas de las escenas más importantes de #IntheMoodforLove suceden ante un muro callejero.
Mientras la lluvia cae, torrencial, y se derrama el agua por la pared, chorreando en regueros por el asfalto, que fluye en riachuelos que se van entrecruzando, ella roza, muy levemente, con su mano el brazo de él; cruzan miradas rápidas, insinúan alguna palabra.
Mientras el agua cae, limpia, arrastra, empapa, ellos arden y se consumen por dentro en emociones contenidas, en encuentros fortuitos, en acciones pospuestas. Torrente frente a quietud, espera frente a paisaje arrasado.
La soledad como punto de partida. El cuerpo, el roce, las escaleras y un callejón, escenario y metáfora. Dos cuerpos, dos almas, dos miradas que se cruzan. Dos vidas.
«Nosotros no somos como ellos». La construcción social, la envidia, el control, la mirada ajena, el qué dirán. El dolor. La libertad. La culpa. Una mujer sola, de noche. La doble moral.
Vencer el deseo. Acompañarlo. Dejar que fluya, como la lluvia ahí fuera, que ya nos está empapando.
(2 de enero de 2021)