Me ubico y desubico -sobre todo, lo segundo, últimamente- con facilidad. Empieza el año y toda promesa es ingenua. Pese a que el año está bien empezado. Sí, voy a decir sí con fuerza a todo lo que es, a todo lo que puede ser, a todo lo que está siendo. Ingenua porque el añoSigue leyendo «Es cuando el corazón importa. ¡Ay!»