Entregados a las (des)horas. Recuerdo inacabado

Sé que me miras por el rabillo del ojo (ese que-todo-lo-ve) y dices: La feria de las vanidades en su apogeo. ¿Será que he sucumbido? Lo cierto es que no logro resumir en una frase todo lo que me viene a la memoria, no tengo nada rimbombante que declarar, ni siquiera una frase solemne, ni unSigueSigue leyendo «Entregados a las (des)horas. Recuerdo inacabado»